... EN EL "PARA QUÉ", ESTÁ LA RESPUESTA...(a mi hija Ibet)
Un día en el sendero de la vida se cruza otro viajero, con el que parece pactaste una experiencia en la tierra.. el reconocimiento despierta una serie de sensaciones que desde el ego o personalidad son llamadas “amor” y así , juntos de la mano, sin entender ni contemplar el PARA QUÉ de ese encuentro empieza una unión de pareja.. donde habitan sueños, ilusiones, palpitaciones, hormigueos y el total convencimiento de que es el “hombre” la “mujer” de tu vida.. Una historia empieza a crearse desde la consciencia que ambos tienen.. en ocasiones éste hombre y ésta mujer crean una nueva vida, o dan un sí a una nueva alma que decide encarnar, es lo que será llamado hijo o hija… de nuevo este hecho está alejado del PARA QUÉ ese SER llega a la tierra, se contempla como una posesión desde ese “mí” al que tan acostumbrados estamos los humanos..
Un día en el sendero de la vida los dos viajeros descubren que aquel “amor” ya no existe, tremenda ingenuidad!!! desde su ignorancia no saben que el amor no muere, no desaparece, todo lo contrario... si existe y se toca de verdad, sólo crece, crece y crece…Por tanto el verdadero dolor y desengaño no es ver morir el amor, es sentir que jamás lo tocaron, jamás lo alcanzaron, jamás lo vivieron.. ante la dureza de tal verdad, una máscara cubre la realidad y el ego en su batalla por sobrevivir dispara odios, rencores, incomprensión , abandono y culpabilidad.. El sueño (que jamás fue sueño, más bien fantasías y expectativas creadas) desaparece ,y la pareja en su defensa dice “despertar” de un engaño… La ilusión (que jamás fue ilusión más bien estado ilusorio,) deja de existir y en su lugar y siempre desde el opuesto se justifica llamándolo desengaño, desencanto…Aquel convencimiento de que era el hombre o la mujer de tu vida , desde la nueva realidad creada pasa a ser un enemigo, un fracaso, un error, ambos siguen sin alcanzar la comprensión de que en las experiencias vividas en la tierra no hay fallo ni error… y siguiendo , aquel hijo o hija fruto del mal llamado amor, queda en medio de una situación creada por dos personas que siguen sin comprender el PARA QUÉ llegó a la vida y todo queda en un batalla de posesión o intercambio.. como una moneda.. “el niño se queda conmigo, el niño se queda contigo, me toca a mi o te toca a ti”..
En muchos casos, se va a un juzgado , a un tribunal de la tierra para que asigne esa “propiedad” a uno de los dos, se pide dinero, derechos de visita etc…sin comprender que no hay nadie en este planeta que pueda decidir sobre las necesidades que este hijo tiene, que pueda entender el PARA QUÉ está en la encarnación, .. Hay veces que ese “hijo” queda a cargo de uno de los padres, el otro prefiere seguir su vida, cara a la sociedad no asume con su “obligación” no cumple económicamente con todo lo que se precisa, colegios, alimentos, ropa, utensilios para su crecer… no cumple emocionalmente enseñando y nutriendo los sentimientos.. no cumple mentalmente en el desarrollo de la creatividad…su presencia es la ausencia…
Soy madre de cuatro hijos de tres “parejas -viajeros” que encontré en el camino y la ausencia paterna ha sido el resultado de estos encuentros. Hay quien puede pensar -“Qué poco has aprendido, para tener que repetir” …Y así en los momentos que el ego se apodera de mi también lo he pensado yo.. Jamás he recibido una “pensión” y jamás la he reclamado en el juzgado, mis hijos no son mercancía, no tienen precio.. con eso no quiero decir que esto es lo correcto, en definitiva ¿qué es lo correcto? ¿quién sabe dar la respuesta? NADIE.., ya que no somos nadie para juzgar el PARA QUÉ suceden las cosas..
Durante años, me he nutrido a mí misma y consolado desde ahí, he sacado incluso la fuerza para seguir adelante y eso tampoco es sano.. desde esa nutrición también se alimenta el odio hacia aquellos que te dejaron todas las cargas a ti.. y un hijo no es una carga..precisé tener cuatro hijos, no para aprender a elegir el “padre” correcto o el “hombre “ correcto.. es una quimera pensar esto, ¿qué es lo correcto? han sido los padres perfectos, los que mis hijos han precisado para su crecer.. los hombres que me han tendido la mano en mi evolución.
Hoy después de 32 años de maternidad mi hija de diez años me ha dado la respuesta. Intentando convencerla para que escribiera a su padre en una de esas “presencias” que a veces permite su “ausencia”, mirándome a los ojos y sonriéndome me ha dicho …“No te preocupes más, ni me lo vuelvas a decir mamá, yo sabré que día debo volver a ver a mi padre”… La oscuridad se hizo luz y he entendido el respeto que le debo a su PARA QUÉ eligió a su padre, al PARA QUÉ llegó a mi vida, algo se ha liberado ,una falsa preocupación y un entendimiento a que ella sabe más que yo respecto a su encarnación. Hoy he vivenciado la perfección del plan divino, la sabiduría de las almas y me quedo con el “regalo” de verla día a día a mi lado, disfrutando, viéndola crecer, enseñándole y aprendiendo a la vez, y agradeciéndole a su alma que en esta etapa de su vida sea a mi lado donde elige estar.. ¿Quién soy yo para decidir cual es la enseñanza que debe recibir a través de la ausencia o presencia de su padre?
No hay cargas cuando el amor se presencia, no hay obligaciones cuando se viven las bendiciones, no hay juzgados cuando comprendes que un hijo es un alma encarnada, no hay dinero que cubra todo lo que su sonrisa, sus abrazos, sus palabras me hacen sentir… Aprendí tarde?? no, nunca es tarde , ella tenía que venir al mundo, y en su número cuatro, entregarme la base de mi pirámide…
La libertad es el principio del encuentro con la oportunidad de amar, y eso he aprendido gracias a aquellos viajeros que encontré en el camino.. quizá no alcancé con ellos el amor, ese amor que va ma allá del querer desde la posesión, pero a través de mis hijos los amo, ya que su ausencia fue el inicio para que yo viviera el principio de la presencia de la maternidad.. y desde ese amor , como principiante, tímidamente, puedo zambullirme en una nueva relación, con un nuevo hombre, un nuevo viajero que se ha cruzado en mi sendero, voy ligera, sostenida por el respeto, la gratitud , la humildad y la comprensión y así regalarme a mí misma vivir el amor…
INMACULADA IZQUIERDO
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